domingo, 31 de enero de 2010

Posición de la ARIC independiente ante desalojos


La organización exige respeto irrestricto a los derechos humanos de sus comunidades
Pese al acoso, pobladores no saldrán de Montes Azules: ARIC
E. Henríquez y A. Mariscal
Corresponsales
Periódico La Jornada
Sábado 30 de enero de 2010, p. 26
San Cristóbal de Las Casas, Chis, 29 de enero. Los habitantes de la ranchería Corozal no abandonarán su asentamiento enclavado hace 20 años en la reserva Montes Azules, pese a la determinación de reu-bicarlos anunciada por los gobiernos federal y estatal, afir- mó la Asociación Rural de Interés Colectivo Unión de Uniones Independiente y Democrática (ARIC).
Aun con las acciones de intimidación, acoso y hostigamiento contra ellos, los moradores decidieron luchar por sus derechos y no abandonarán sus hogares, añadió la organización con sede en Ocosingo, luego de que autoridades informaron el pasado martes que siete poblados asentados en Montes Azules se reubicarán, entre ellos Corozal.
Antes del anuncio oficial –el 20 de enero– los habitantes de El Semental y San Pedro Guanil fueron desalojados tras negarse a la reubicación, y ambos poblados se añaden a dos más que tuvieron igual suerte desde 2003, aunque también hubo 32 asentamientos cuyos moradores accedieron a irse voluntariamente, según las autoridades.
Los gobiernos federal y estatal intimidan y hostigan a las mujeres y hombres que rechazan las indemnizaciones y defienden su derecho a vivir en las comu- nidades donde han habitado por décadas, manifestó la ARIC sobre sus afiliados de la ranchería Corozal; informó que tras el desalojo del día 20, tres helicópteros aterrizaron en el asentamiento situado en la cuenca del río Negro y otro sobrevoló las montañas por donde huían otras familias expulsadas.
La agrupación exigió respeto irrestricto a los derechos humanos de sus comunidades, mientras en la comunidad El Jardín –colindante con la reserva ecológica– moradores que hospedaron a varios de los expulsados de El Semental dijeron que hay cuatro mujeres desaparecidas y otros indígenas que huyeron a la selva subsisten sin comida y están a expensas de los animales salvajes.
Nuestros hermanos sufren mucho y no tienen comida, mientras los zancudos devoran a sus bebés allá en el monte, y es posible que las mujeres fueran secuestradas o llevadas a declarar a Comitán, pues dos dejaron a sus bebés abandonados y sus familiares exigen que se les presente de inmediato, refirieron.

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